Propiedades de la Lavanda

Aunque en los últimos años la lavanda parece ir ganando popularidad gracias a sus numerosas aplicaciones y usos, la realidad es que esta planta lleva más de 2000 años presente en la vida cotidiana de las culturas mediterráneas debido a su multitud de propiedades tanto como método paliativo de numerosas dolencias como para cuidados estéticos o desinfectantes. Tanto es así que en la antigüedad la lavanda ya se utilizaba como perfume o como complemento para bañarse por los pueblos egipcios y romanos.

El aceite esencial de lavanda, o simplemente aceite de lavanda, es la sustancia destilada de la planta Lavandula angustifolia, comúnmente llamada lavanda. Con este aceite como base se pueden fabricar una gran cantidad de productos aromáticos para diferentes propósitos, haciendo a la lavanda una planta sumamente beneficiosa tanto para productores como para consumidores.

Una de las características más conocidas de la planta es su poder relajante y calmante. Tradicionalmente se llenaba una bolsa con flores y se introducía debajo de la almohada o se colgaba cerca de la cama. Gracias a la destilación del aceite, una pequeña cantidad de éste en el aire ayuda enormemente a reducir el estrés, la ansiedad y mejora la calidad del sueño.

Existen diversos estudios científicos recientes que avalan esta propiedad de la lavanda.
En este estudio se demostró la eficacia del aceite esencial de lavanda a la hora de mejorar la calidad y cantidad del sueño de varios participantes, aumentando las ondas delta (etapa de sueño profundo) y reduciendo las ondas alfa (etapa de sueño inquieto)

Además de los estudios que demuestran los beneficios calmantes de la lavanda, se han realizado otros experimentos para comprobar su eficacia ante episodios de ansiedad y estrés. Este otro estudio demostró que el aroma de lavanda benefició significativamente a decenas de participantes en una prueba de memoria realizada tras un período de estrés, probando que inhalar aceite de lavanda reduce el nerviosismo provocado por tareas o acciones estresantes de nuestro día a día.

Una propiedad relacionada con el punto anterior es el efecto calmante de la lavanda, suficientes para aliviar un dolor de cabeza o una migraña.

En este estudio de 2016 se aplicó durante tres meses una terapia con aceite de lavanda a un grupo de personas con migraña y placebo a otro grupo. El grupo de personas con migraña que recibió la terapia de lavanda obtuvo una puntuación más baja en una escala de evaluación del dolor de cabeza que el grupo de control.

En otro estudio de 2012, 47 participantes con migraña inhalaron aceite esencial de lavanda durante 15 minutos. Experimentaron una reducción de la gravedad y la frecuencia del dolor de cabeza.

Otro de los grandes beneficios del aceite esencial de lavanda es su ayuda para combatir los trastornos respiratorios como la tos, la congestión o cualquier proceso gripal. Sus propiedades antiespasmódicas ayudan a relajar los músculos, a facilitar la respiración y a regular la zona pulmonar.

Si tiene una quemadura, un corte, un raspado o cualquier otra herida superficial, el aceite de lavanda puede ayudar a acelerar el proceso de curación de la herida. 

En un estudio de 2016 Se aplicaron tópicamente soluciones de control o aceite de lavanda a heridas en días alternos durante 14 días. Tras este experimento, los investigadores concluyeron que el aceite de lavanda tiene el potencial de promover la cicatrización de heridas en una fase temprana.

Para usar aceite de lavanda en heridas pequeñas, nuestra recomendación es mezclar tres o cuatro gotas de aceite de lavanda junto con unas gotas de aceite de coco o aceite de tamanu y aplica la mezcla sobre tu herida con un trozo de algodón. Si la herida ya se ha curado, el aceite de lavanda también puede reducir las posibles cicatrices restantes.

El aceite de lavanda actúa para matar las bacterias y esto puede prevenir y curar diferentes patologías cutáneas como los brotes de acné. El aceite de lavanda también desobstruye los poros y reduce la inflamación de la piel gracias a sus propiedades seborreguladoras. Por último, la lavanda puede utilizarse para paliar y ayudar en el tratamiento contra los eccemas y la psoriasis gracias a sus propiedades antifúngicas y antiinflamatorias.

Para usar aceite de lavanda como tratamiento cutáneo recomendamos diluirlo en otro aceite portador como el aceite de coco y aplicarlo tras lavar la zona afectada.

Por seguridad, no se recomienda el uso de lavanda en personas alérgicas o en niños menores de 2 años, en mujeres embarazadas o en período de lactancia y personas con presión arterial baja. Antes de usar el aceite esencial de lavanda es mejor probarlo con dos gotas en el hueco del codo durante al menos 24 horas para verificar que no provoca ninguna reacción negativa en el cuerpo.

El aceite de lavanda puede utilizarse como alivio para el dolor y la picazón de una picadura de insectos como avispas, abejas o mosquitos. Para que surta efecto, lo mejor es aplicar varias gotas de aceite de lavanda directamente en la zona afectada tres o cuatro veces por hora en las dos horas siguientes de haber recibido la picadura.

Además de todas las propiedades beneficiosas para tratar diversas dolencias que hemos contado, la lavanda puede utilizarse incluso en la cocina por su exótico sabor. El aceite de lavanda puede utilizarse para diluir y suavizar ciertos sabores cítricos y utilizarlo como aderezo en recetas de carne, pescado o ensalada. Además del aceite, las propias flores secas de lavanda pueden utilizarse en repostería para saborizar cremas, pasteles o sorbetes.

Como seguro ya te habrás dado cuenta tras leer este artículo, la lavanda es una planta con un sinfín de propiedades beneficiosas para nuestra salud y estudios científicos que las avalan. Este es el motivo de que en Lavanda Real centremos todo nuestro esfuerzo e ilusión en llevar a tu casa esta hermosa planta para que te acompañe y ayude a mejorar tu calidad de vida.